Si hay algo que todos recuerdan de una boda (además del amor de los novios), es qué tan divertida fue la celebración. Porque sí, el romanticismo es clave, pero la fiesta también lo es. Y en Barcelona, ¡hay todo para lograrlo! Aquí te dejo algunos secretos infalibles para una boda donde nadie quiera irse:
La música lo es todo: Desde la ceremonia hasta la pista de baile. Contrata un DJ profesional que sepa leer la energía de los invitados, y arma una playlist con canciones que marquen tu historia.
Momentos sorpresa: Flashmob con amigos, una banda que entra sin previo aviso, fuegos artificiales… ¡estos momentos elevan la experiencia!
Entretenimiento visual: Photobooth, cabina 360°, caricaturistas o ilustradores en vivo. Los invitados se divierten y se llevan recuerdos únicos.
Bebidas y barra temática: ¿Qué tal un cóctel personalizado con el nombre de los novios? Las estaciones interactivas siempre son un éxito.
Maestro de ceremonias con carisma: Alguien que mantenga el ritmo, haga reír y emocione en los momentos justos.
Una boda divertida no se improvisa: se diseña con intención y cuidado. Si quieres que tus invitados bailen hasta el final, ¡cuenta conmigo para lograrlo!